foto de Thomas/Tammy colgada en facebook |
La cadena CNN ha sido la encargada de desatar una intensa polémica entre la opinión pública estadounidense al difundir el caso de Thomas Lobel, un niño que ahora tiene 11 años, al que sus madres adoptivas hicieron aplicar un tratamiento hormonal para convertirlo en una niña que se hace llamar Tammy.
El niño fue adoptado a los dos años de edad y a los cuatro años tuvo un intento de automutilación. Según la pareja, una de las primeras cosas que dijo Thomas fue: "soy una niña" y lo hizo en el lenguaje de signos porque sufre un defecto en el habla.
Las mujeres admiten que siempre quisieron que Thomas fuera una niña pero sostienen que nunca lo presionaron para que se convirtiera en mujer, según informa Aciprensa.
Los riesgos de este tipo de adopciones
Para la psiquiatra Maíta García Trovato, el caso de Thomas Lobel es el de “un niño seriamente perturbado que necesita más que un tratamiento hormonal, asistencia psiquiátrica. Para él y para sus dos madres”, dice.
“¿Qué capacidad de decisión puede tener un niño de 11 años?”, se pregunta García Trovato.
La experta considera que “a los 8 años, en una familia normal, tus padres te enseñan a comer lo que debes (no necesariamente lo que quieres), te fijan horarios y te educan hacia la normalidad. Desde luego, no se tiene capacidad legal para manejar un auto, tomar licor, disponer de bienes patrimoniales, etc. Sin embargo, están facilitando a este pobre niño que decida lo más importante que lo acompañará toda la vida: su identidad sexual”.
“Éste es un caso significativo del riesgo que puede correr un niño al ser dado en adopción para satisfacer los deseos de una pareja homosexual”, añade la psiquiatra.
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