José Luis Rodríguez Zapatero escogió el laicismo y las críticas veladas a la curia vaticana para poner a prueba ayer su nivel de popularidad entre el electorado socialista catalán en un mitin en Viladecans, en pleno cinturón rojo de Barcelona.
"¿Pero qué quiere Rajoy, que hagamos las leyes que quiere el Papa? No, haremos las leyes que quieren el Parlamento y los ciudadanos de este país, para todos y con igualdad". Esa afirmación de José Luis choca totalmente por ejemplo con su ley del aborto rechazada por casi la mitad de los españoles. Este presidente legisla sin consenso y NO para todos los españoles. Aún no se ha enterado que el parlamento no coincide con los ciudadanos. El negocio político sabe distinguir bien. De hecho según las estadísticas hoy, este gobierno no lo quieren la mayorái de los ciudadanos y, sin embargo, no dimiten y convocan eleccciones.
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