Teodoro Obiang Jr, el hijo del dictador que preside Guinea Ecuatorial, es un gran fan de Michael Jackson, y se ha gastado 1.800.000 de dólares (1,4 millones de euros) en objetos que pertenecieron al artista, entre los cuales destaca un guante de la gira de Bad (375.000 $) y un par de calcetines blancos por 80.000 $.
Nombrado Ministro de Agricultura y Bosques por su padre, cobra unos 50.000 € al año, un buen sueldo, pero ni de lejos suficiente como para permitirse esos caprichos (por no hablar de los 11 coches de lujo o una casa en Malibú de 20 millones).
Guinea se ha convertido en un país muy rico gracias al petróleo, con una renta per cápita de casi 35.000 $, mayor que la de España o Japón. Sin embargo, la abrumadora mayoría de sus casi 676.000 habitantes son muy pobres (el 77%, según el Banco Mundial). Parece obvio que si Guinea ingresa grandes cantidades de dinero y tiene una población tan reducida, no debería ser muy difícil conseguir que el pueblo viviera mejor. Pero, claro, en vez de usarse en construir hospitales o mejorar la educación, esa riqueza se está gastando en comprar guantes y calcetines usados de un mito del pop.
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