No hace falta ser muy inteligente. la reciente visita del Papa ha obligado a los demonios a salir de sus guaridas. Los enemigos de la religión han saltado a la palestra con toda suerte de argumentos cansinos, obsoletos y antidemocráticos. No "pasan" de la Iglesia, como suelen decir, sino que se envenenan y arremeten en cuanto la Iglesia se coloca en primer plano social. No lo soportan.
El viaje del Papa que ha comido en Seminarios y dormido en casa del obispo, se ha encarecido gracias a las medidas de seguridad que los grupos radicales anticlericales subvencionados pro el Estado, con sus amenazas, han obligado a adoptar. La Iglesia recibe del Estado lo que quieren los españoles con la famosa crucecita en la declaración de la renta: no es Subvención. Este argumento lo repiten precisamente los subvencionados sin permiso de los ciudadanos.
En fin, es odio.
Los medios de comunicación tienen nombre: televisiones como la Cuatro (Buenafuente y wioming a la cabeza y el telediario de mediodía a continuación) y la Sexta, periódicos como Público y El País o radios como la SER. Yo ya sé con quien no voy ni a recoger dinero.
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