Nos tiene acostumbrados Iñaqui Gabilondo a breves homilías diarias en el informativo de la noche. La de ayer merece comentarla pues empezó señalando su preocupación porque en el referendum de Suiza el pueblo no deja hacer minaretes a los musulmanes ( a pesar de que prometían no dar la "turra" con lasllamadas a la oración, bien conocidas y soportadas de los que hemos viajado a Oriente Medio). Los obispos suizos, por cierto, apoyaron la autorización por el derecho a la libertad religiosa también para los musulmanes.
Gabilondo hizo un recorrido histórico de cómo Europa había rechazado al Islam en Asturias, en Viena, en Poitiers ( no fue en Marruecos, ni en Egipto, ni en Arabia... ¿se le olvidaría a Iñaqui que nos estaban invadiendo con muerte y fuego?).
Pero su traqua final fue apoteósica: se trataba de mostrar como las religiones tienen que estar en el ámbito privado porque si no son muy malas y hacen guerras. Eso sí, descubrimos por último al gran Gurú o Ayatollá defendiendo la nueva y buena religión: el LAICISMO. Así lo dijo. Ese es el futuro. Fuera el pasado.
Pero que no se preocupe el Ayatollá laicista Gabilondo: los laicistas no tienen hijos, los católicos pocos, el futuro de europa es el Islam. Para entonces, los laicistas estarán en las catacumbas suspirando por su Iñaqui.
No hay comentarios:
Publicar un comentario