Hemos leído esta anécdota:
A mi amigo y compañero Dioni y a un servidor, nos mandó el Obispo a Montijo, con cuatro meses de diferencia. Yo llegué en Septiembre, el se incorporó a la otra Parroquia en Diciembre.
Para haceros una idea exacta: Dioni es bajito, como yo, muy moreno y con una voz ... “basta”, dura. Es sábado, está celebrando la Eucaristía de la tarde.
De pronto, un niño de no más de 2 años, sube hasta el altar, agarra a Dioni del alba, y dice: “papa, papa”. Mi amigo Dioni, al mismo tiempo que le intentaba soltar la mano al niño del alba, contesta con la suficiente voz como para que se oiga por todo el templo: “niño, coño, ¡qué llevo aquí cuatro meses!”.
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