
Inmediatamente me acordé de famosos personajes que pensaron lo mismo como Stalin y Lenin, los movilizadores de la revolución del 34 en España, los que mataban a sangre fría a monjas y frailes en nuestra guerra civil, a los paramilitares de El Salvador, a los de Al quedah. Menos mal que éste Arturo no es Presidente del Gobierno. ¿se imaginan lo que podría pasar? Lo malo es que muchos le siguen y creen. El Sr. Reverte, como todos los fascismos, ha caído en la trampa de buscar un culpable de la histioría a quien eliminar. Los que siembran el odio y la intolerancia están más cerca de usted de lo que cree, Sr. Reverte.
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