Hemos escuchado las palabras de felicitación del Presidente del Gobierno español a las tropas desplegadas en diferentes países. A través de videoconferencia entre todos ellos, pudimos comprobar que Zapatero se empeñó en no pronunciar la palabra "Navidad" mientras los soldados contaban como habían puesto el belén o cantado villancicos. "Días tan señalados", "felices fiestas", "mis mejores deseos" pero no quiso pronunciar la palabra proscrita.
Esto nos recuerda cuando negociaba a escondidas con ETA y en sus primeras declaraciones después del atentado de la T4 del aeropuerto de Barajas llamó a aquel ataque terrorista: "accidente". Primero dijo que había sido un lapsus sin importancia. Luego se supo que ETA le obligó a sustituir "atentado" por "accidente" como elemento de negociación.
Con la actitud ante la Navidad tenemos que pensar que o bien es masón o tiene verdadera cristianofobia o está presionado duramente por los partidos radicales que le dan su voto para sacar leyes como la del aborto. La otra posibilidad es que se den las tres opciones en su caso. Querido lector: decida usted.
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